En la soledad de las noches, extrañas presencias recorren los pasillos y despachos de la Legislatura porteña donde según los empleados de mantenimiento y limpieza que desarrollan su tarea en ese horario, tienen lugar escalofriantes manifestaciones en las salas y oficinas vacías del edificio, todo esto en el marco de una serie de fenómenos de perfil paranormal que se repiten entre ruidos inexplicables, sombras que se recortan fugaces en la penumbra y hasta el movimiento impensado de cortinas y muebles, tal como lo registran, enmudecidos, los testigos de semejantes experiencias dignas del mejor film de terror. La catarata de episodios encuadrados en estas anomalías no es algo nuevo y de acuerdo a la interpretación de quienes se animan a comentar en voz baja lo que sucede, la actividad fantasmagórica guarda relación con energías retenidas de quienes ya no forman parte de este mundo.
La sucesión de casos sorprendentes fue confirmada a EXPEDIENTES SECRETOS por visitantes circunstanciales del Palacio que, en un caso, se enfrentaron ante lo inexplicable en una sala de la cual, el Salón Montevideo, empleados con años de trabajo en la casa aseguran que es una de las dependencias de la Legislatura en la que más episodios anómalos se producen. Casualmente, y no es un dato menor, es allí donde habitualmente se realizan velatorios de ex legisladores y ciudadanos ilustres de la ciudad. A la hora de dar precisiones de las cosas raras que pasan en el edificio situado en Perú e Hipólito Yrigoyen, Claudio, un empleado que prefirió no revelar completamente su identidad, apuntó que sus compañeros de mantenimiento y seguridad son los que más contacto tienen con este enigma que, contó, “muchos lo toman como anécdota y si bien se impresionaron por lo que vieron o escucharon, no quedaron atemorizados por la situación vivida”.
Claudio aseveró que los hechos que más trascienden son los ruidos provenientes de salas que están vacías o las sombras que se cruzan de repente, aunque también admitió que hay quienes reconocen haber sentido la presencia de “algo o alguien” al que no veían en un lugar supuestamente vacío.
Ruidos del más allá
Si bien ya no trabaja en el edificio, Graciela Mansilla también ha reunido diversas historias relatadas por compañeros suyos que vieron alterar el ritmo de su respiración cuando quedaron expuestos ante lo increíble, algunos de ellos en la zona de la hemeroteca del Palacio y en el mencionado Salón Montevideo, donde recordó, fueron velados entre otros Fernando Peña, Roberto Galán y Hugo del Carril, dato éste que a su modo de ver guarda directa relación con los fenómenos que se producen.
Al ahondar sobre esa apreciación, Mansilla sostuvo que no hace mucho, un empleado de mantenimiento escuchó ruidos provenientes del despacho de un legislador recientemente fallecido. Obviamente a esa hora de la madrugada no podía haber nadie en la oficina, por lo que la misteriosa situación pasó a engrosar el rosario de extraños hechos detectados en el Palacio Legislativo de la Ciudad. Pero entre los casos más alucinantes que se conozcan, Mansilla relató el de la compañera del área de limpieza que estaba quitando la manchas del vidrio de una puerta de la Hemeroteca, cuando vio que del otro lado a una anciana exactamente los mismos movimientos, como en un espejo, de la trabajadora. La figura de la mujer se desvaneció en segundos, casi al igual que la la empleada que sin imaginárselo compartió tareas con uno de los tantos fantasmas que residen en la Legislatura porteña.
Fuente: Diario popular, por Sebastián Aranguren