Muchos de los que dicen haber sido abducidos presentan en el interior de sus cuerpos, como prueba de sus dichos, elementos extraños al mismo y que por su composición hacen creíbles los dichos de los portadores.
En 1.996 sorprendió la inesperada adhesión pública a la teoría del secuestro de humanos por parte de extraterrestres, de un respetable médico cirujano del Colegio de Medicina del Pié de San Francisco, que por entonces tenía 63 años, el Dr. Roger Leir. Declaró haber extraído "implantes alienígenas" del cuerpo de 6 pacientes y dijo que "podrían ser transistores con los que los ET monitorean o controlan a los abducidos".
Hasta esa fecha el Dr. Leir, a instancias de Darrel Sims, ovnílogo e hipnólogo ex terapeuta de la CIA con más de 200 casos de abducción investigados, habría extirpado dos aparentes "ganchos metálicos" del pie derecho de una mujer y a uno de la mano izquierda de un hombre que aunque estaban anestesiados, los pacientes expresaron un dolor intenso al ser extraídos los extraños elementos. Leir dijo "ya estaba sorprendido desde antes, porque ni en el pié ni en la mano habían rastros de intervención quirúrgica. Ergo, ¿cómo entraron ahí esos pedacitos de material duro?". Pero aquí no quedó su sorpresa sino que al observarlos con la lente de aumento "parecían tener un núcleo de hierro, pero rodeado de una masa gris oscura de naturaleza orgánica, elástica pero tan resistente que ¡no pude cortarla ni con el escalpelo para huesos!. En 30 años de cirugía quité toda clase de cosas de los pies de la gente, pero jamás vi nada igual a esto" contó el Dr. Leir.
Sims habría enviado los extraños objetos al Laboratorio Nacional de los Álamos y al Instituto Tecnológico de Nuevo México para su análisis oficial. Leir asegura que "los expertos que revisaron esos objetos con microscopio electrónico vieron una especie de circuitos electrónicos amalgamados con sustancias biológicas, algo incomprensible para nuestra ciencia".
Los implantes tendrían terminales nerviosas artificiales que, conectadas a las humanas, de algún modo podrían influenciar el comportamiento del individuo implantado; y aún más las fibras nerviosas naturales habrían sido sustituidas por otras que "¡no pertenecen al aérea anatómica en que están!", exclama Leir azorado no solo por la falta de cicatriz sino también por la falta de la típica inflamación que ocurre cuando nos clavamos una espina.
De la mano de Pat Parinello se extrajo un triángulo chato y forrado en queratina, material presente en la piel, el pelo y las uñas pero no dentro del cuerpo humano. Este texano, bajo hipnosis, dice haber sido implantado a los 6 años cuando en la granja paterna lo despertó "una cruda luz en la ventana" y sin saber como llegar a "un plantío de batatas, frente a un trompo luminoso de solo 46 cm de diámetro, y al estirar la mano izquierda sentí un dolor intenso y una explosión y me desmallé" relató. Cuando Pat ya era adolescente toda la familia vio "una aeronave de 40 metros de diamétro con 3 círculos dentro de uno mayor" sobre el techo de su casa por el término de 1 hora, yéndose sólo cuando Pat "como tranquilizado por una orden telepática", "salió al campo y agitó los brazos".
Sims y Leir especulan que los implantados serían visitados periódicamente para "verificar" el funcionamiento de los sensores implantados.
Leir y Sims dicen que un laboratorio de Houston habría estimado que la envoltura de los "microchips implantados" habrían sido producidos con la propia sangre del implantado antes de la intervención quirúrgica. Leir afirma que si en la tierra se tuviera semejante adelanto científico se podría colocar dentro del cuerpo humano cualquier cosa sin riesgo al rechazo.
Cuenta el cirujano californiano que 3 patólogos, sin saber cada uno del trabajo del otro, habrían determinado al estudiar los implantes que "en la sanguinolienta membrana se advierten unos gránulos marrones constituídos por pigmentos oxigenados de glóbulos rojos". Expuestos a luz ultravioleta estos "implantes" adquieren un inexplicable brillo verde fluorescente y la piel de los "implantados" "bajo la luz negra muestra especies de parches invisibles con luz normal".
El tema de las "abducciones y los implantes" es algo más común de lo que la mayoría de la gente cree y es una casuística que no solo le ocurre a personas que viven en zonas alejadas de los grandes centros urbanos sino que también hay casos de abducidos en grandes centros urbanos.
De esto seguro hablaremos en próximas entradas
Fuente: Conozca Mas y otros
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